Como dueño de un negocio, es importante estar preparado para emergencias financieras imprevistas que puedan surgir en cualquier momento.
Incluso con un plan financiero bien elaborado, cualquier gerente reconocerá que hay muchos eventos que podrían impedir que el plan se realice, como problemas tecnológicos, una recesión comercial, interferencia del gobierno, facturas impagas de los clientes o la pérdida de un cliente importante. .
Aunque algunas emergencias financieras son inevitables, su impacto podría mitigarse con una buena preparación.
Aquí hay una lista no exhaustiva de algunas emergencias financieras comunes para las que las empresas deben estar preparadas:
La pérdida de un cliente importante
Si los ingresos de una empresa provienen principalmente de un gran cliente o de un pequeño grupo de clientes, puede ser el momento de revisar la base de clientes y apuntar a posibles clientes potenciales.
También es importante implementar una estrategia para mantener a los clientes existentes satisfechos y leales a la empresa.
Tener una base de clientes diversa es una de las mejores maneras de proteger su negocio.
Facturas no pagadas por los clientes
Los problemas de morosidad afectan el flujo de caja de una empresa. Incluso si los clientes están satisfechos, no siempre pagan a tiempo.
Es fundamental contar con una política de pago clara que describa sus condiciones generales de pago, cargos por mora e intereses y las consecuencias en caso de impago. Esta política debe ser comunicada explícitamente a los clientes antes de la venta. Y no se avergüence de facturar rápidamente después de realizar una venta.
Utilice una empresa de cobro de deudas como EMPRESA INTERNACIONAL DE RECUPERACIÓN® le permite no preocuparse más por las facturas pendientes.
Caída económica
Una recesión económica repentina puede tener un impacto significativo en la salud financiera de una empresa. Durante este período, los clientes pueden reducir sus gastos.
Por lo tanto, es importante estar preparado para una posible caída de los ingresos o un aumento de los gastos, incluida la reducción del inventario, la renegociación de contratos y el retraso de los gastos de capital.
Crisis ambientales
Los desastres naturales o las crisis ambientales son un excelente ejemplo de una emergencia financiera. La acción más importante a tomar es asegurar cualquier propiedad o activo que pueda estar en riesgo y contar con planes de contingencia para hacer frente a las interrupciones de la cadena de suministro y ubicaciones alternativas para las operaciones.
Este tipo de emergencia financiera puede tener un impacto devastador en las empresas, causando daños a la propiedad y el equipo, interrumpiendo las operaciones y provocando pérdidas financieras.
Violaciones de datos y ciberataques
Pueden resultar en pérdidas financieras significativas para las empresas, incluido el costo de la investigación y respuesta a incidentes, los honorarios legales y el daño a la reputación.
Para prepararse para este tipo de incidentes, las empresas deben invertir en medidas de ciberseguridad, como firewalls, encriptación y capacitación de los empleados.
Problemas técnicos
Cuando una empresa encuentra problemas técnicos, puede provocar una pérdida de productividad y una disminución de las ganancias. Es importante contar con múltiples sistemas para que, si uno falla, los demás puedan tomar el relevo.
Interrupciones de la cadena de suministro
Los retrasos en los envíos, por ejemplo, pueden tener un impacto significativo en las empresas, especialmente en aquellas que dependen en gran medida de los proveedores. Para prepararse para las interrupciones de la cadena de suministro, las empresas deben tener planes de contingencia que incluyan proveedores alternativos y estrategias de gestión de inventario.
En resumen, todo negocio es susceptible de experimentar una emergencia financiera. Tomarse el tiempo para pensar en cómo manejarlo si sucede puede ayudarlo a sobrellevarlo y lograr sus objetivos.
Las empresas deben ser proactivas en su preparación para emergencias financieras. Esto incluye revisar y actualizar regularmente los planes de contingencia, invertir en cobertura de seguros y medidas de ciberseguridad, organizar y mantener suficientes reservas de efectivo para cubrir pérdidas financieras imprevistas.