¿Cómo evitar las deudas incobrables?

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Todas las empresas se enfrentan a pagos atrasados o incluso a deudas incobrables un día u otro. Cuando se ha intentado todo para recuperar el importe adeudado pero la deuda sigue impaga, debe considerarse irrecuperable.

Cualquiera que sea el sector de actividad, este riesgo existe y todo empresario debe tenerlo en cuenta. Las deudas incobrables, como cualquier factura vencida, tienen consecuencias obvias en el flujo de caja de una empresa, lo que lleva a una disminución de la rentabilidad. Sin los ingresos financieros necesarios para el funcionamiento de un negocio, cualquiera que sea su tamaño, su desarrollo puede verse comprometido. Por lo tanto, todo empresario debe tomar el toro por los cuernos desde el principio y protegerse contra las deudas impagas.

¿Por qué y cómo surgen las deudas incobrables?

En B2B, sus propios clientes pueden sufrir retrasos en los pagos. Es posible que enfrenten problemas en la cadena de suministro que ralenticen las entregas de los componentes que necesitan para fabricar los productos que venden. Es posible que se haya retirado la línea de crédito bancaria de su cliente, lo que ha reducido su capital operativo. Es posible que el mercado haya caído repentinamente, lo que afectó sus ventas y su modelo de negocio en general.

En B2C, sus clientes pueden enfrentar dificultades financieras, temporales o no. Nadie está a salvo de la pérdida de ingresos, problemas de salud o dificultades familiares.

Y en los últimos años, estos problemas se han vuelto aún más numerosos. La crisis sanitaria por el Covid-19 y sus consecuencias económicas y sociales ha impactado tanto a tus clientes B2B como B2C. La guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas y energéticas vuelven a impactar a sus clientes: plazos de entrega, inflación, inseguridad, etc.

Es posible que también hayas depositado tu confianza en un cliente que no la merecía. Un cliente se tergiversó para realizar un pedido que no tenía intención de cumplir. Si este es el caso, necesita fortalecer su política de aceptación de clientes o tener en cuenta a estos clientes cuestionables en su plan financiero. Asumir riesgos es necesario para cualquier desarrollo empresarial pero asumir riesgos calculados.

¡Más vale prevenir que curar!

Un pago atrasado siempre debe considerarse una señal. Es necesario un análisis y sobre todo una reacción, porque un retraso en el pago puede en determinados casos convertirse en una deuda irrecuperable.

Por eso es importante tener en cuenta posibles retrasos en los pagos y protegerse desde el principio. Estructura tus condiciones de pago para fomentar el pago puntual. Imponer plazos de pago y anunciar directamente los riesgos que se corren en caso de retraso. Sea firme y no postergue los plazos de pago y otras cláusulas. Una factura vence cuando vence. En caso de retraso en el pago, envíe un recordatorio directamente a su cliente recordándole sus condiciones y las consecuencias de su retraso.

Algunos clientes sólo pagan cuando se les recuerda. Con un cronograma claro y recordatorios periódicos, descubrirá que es más probable que un cliente que hace malabarismos con los pagos le dé prioridad a usted sobre una empresa con un seguimiento de facturación menos estructurado. Asegúrese de que sus facturas estén siempre "en la cima de su pila", prioridad de pago.

A continuación se ofrecen algunos consejos para evitar las deudas incobrables:

  • Envíe sus facturas y extractos a tiempo, preferiblemente tan pronto como se complete el trabajo o se entregue el producto. Las empresas han establecido ciclos de pago. Por lo tanto, facturar rápidamente significa que es menos probable que se pierda el siguiente ciclo.
  • Para garantizar la salud general de su negocio, mantenga registros actualizados de lo que cada cliente le debe y tome nota de los clientes que se acercan a los plazos.
  • Envíe un recordatorio inmediatamente cada vez que una factura esté vencida, independientemente del monto. No importa el tamaño de su negocio o el monto de su deuda, se ha brindado un servicio o se ha vendido un producto y merece ser pagado.
  • Manténgase atento a sus clientes. Detrás de cada pago atrasado hay un cliente, sea habitual o no. Adapta tu seguimiento de facturación según el caso. Puedes optar por conceder o rechazar un plazo adicional, reclamar o no intereses de demora, por ejemplo.

Si, a pesar de ello, su deuda sigue impaga, busque asesoramiento de una agencia de cobranza sobre la forma más eficaz de recuperar el dinero que se le debe. Confiar el cobro de su deuda dudosa a un tercero es una señal de seriedad para su cliente. A menudo, una simple notificación formal es suficiente para hacerle reaccionar, obtener el pago completo o establecer un plan de liquidación que funcione. A veces serán necesarias otras medidas amistosas o legales. Pero muy a menudo recuperarás rápidamente tu deuda y así evitarás tener que considerarla irrecuperable. ¡No tomes tu dinero a la ligera!

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